Una lesión meniscal puede limitarnos para realizar actividades físicas como correr o caminar al imposibilitar el adecuado funcionamiento de la rodilla.
Los meniscos son unas estructuras fibrocartilaginosas que se encuentran dentro de la articulación de la rodilla y se encargan de amortiguar y disipar el peso que se ejerce sobre la articulación, de igual forma, permite el libre movimiento de la rodilla.
Cuando presentamos una lesión meniscal (ruptura de menisco) podemos presentar síntomas de dolor, bloqueo, inflamación de la rodilla y eventualmente de no ser tratada puede llevar a un desgaste prematuro de la rodilla.
Una lesión del ligamento cruzado anterior es un desgarro en uno de los ligamentos de la rodilla que une el fémur con la tibia. Muchas personas escuchan o sienten un chasquido en la rodilla cuando ocurre una lesión del ligamento cruzado anterior. Es posible que se te hinche la rodilla, que te sientas inestable y que te duela mucho al soportar peso, al hacer ejercicio o incluso al realizar actividades de la vida diaria.
Comúnmente se producen durante la práctica de deportes que implican paradas repentinas o cambios de
dirección, saltar y caer con los pies, como el fútbol, el baloncesto, el fútbol americano y el esquí.
Es una enfermedad que suele manifestarse con inflamación de la rodilla y dolor, causada por el desgaste del cartílago articular.
El envejecimiento, la sobrecarga articular, la obesidad, fracturas y otras lesiones que no se trataron correctamente, son factores que contribuyen a su aparición.
Además de la inflamación las complicaciones de la gonartrosis pueden ser la pérdida de movilidad, la incapacidad o dificultad para caminar y se pueden presentar en ocasiones deformidades de la rodilla.
También conocido como síndrome de impacto del hombro, se produce cuando hay una lesión en las estructuras que ayudan a estabilizar y mover esta región, causando síntomas como dolor en el hombro, demás, de dificultad o debilidad para levantar el brazo, y puede ser causado por la ruptura parcial o total de tendones de la región.
Se origina por traumatismos o por desgaste. Si no se diagnostica y se trata oportunamente puede conllevar a la pérdida de la movilidad del hombro de
manera permanente acompañandose de dolor constante de difícil control.
El tendón rotuliano trabaja con los músculos de la parte frontal del muslo para extender la rodilla de modo que puedas patear, correr y saltar. La tendinitis rotuliana, también conocida como “rodilla de saltador”, es más común en atletas cuyos deportes incluyen saltos frecuentes, como el baloncesto y el voleibol.
